sábado, mayo 26, 2007

Derrida y su luz artificial




NO ESCRIBO SIN LUZ ARTIFICIAL

Jacques DerridaEntrevista con André Rollin, Le fou parle, 21-22, 1982 (luego en Ils écrivent où? quand? comment?, Mazarine, 1986, pp. 145-152).



Para empezar, ¿qué usa para escribir?
Jacques Derrida: He ido evolucionando, las cosas han cambiado mucho desde que empecé.

¿Y hoy?
Jacques Derrida: Hoy escribo a la vez a máquina y a mano. Cuantitativamente mucho más a máquina. Por ejemplo, para mis clases, seminarios, conferencias, escribo casi únicamente a máquina. Me pongo a la máquina y al mismo tiempo voy escribiendo a mano.

¿Así que máquina y cuaderno, están siempre a su alcance?
Jacques Derrida: Bueno, para ser exacto, tengo una mesa grande.

¿De madera?
Jacques Derrida: De madera. En un desván. Tengo dos escritorios, pero el primero, el que utilizaba...

¿Un escritorio para la máquina y otro para el papel?
Jacques Derrida: No, no. Antes tenía un escritorio para las dos cosas, y se me quedó demasiado pequeño. Estaba atestado de papeles, y me refugié hace unos años en un desván en el que no puedo permanecer de pie. Subo por una especie de escalerilla de madera y cuando...


¿Se pone en cuclillas?
Jacques Derrida: En cuclillas, no. Quiero decir que tengo que agachar la cabeza porque es un desván muy pequeño y sólo puedo estar de pie en un metro cuadrado, pero en cuanto llego al lugar en el que escribo, tengo que sentarme. Así que trabajo en un rincón, hay estanterías de libros a ambos lados, una mesita de máquina de escribir, una mesa de secretario, es decir una mesa baja para la máquina de escribir y, a mi derecha, una mesa amplia de madera en la que tengo papeles, tomo notas, garabateo cosas... pero no suelo escribir de forma continua. Para los textos corrientes, como la preparación de clases cada semana, me siento a la máquina en una silla giratoria, como ésta.

¿Va de una mesa a la otra?
Jacques Derrida: Me giro. Tan pronto me vuelvo hacia la máquina como hacia la mesa.

¿Hay alguna diferencia entre los textos escritos a mano y los escritos a máquina?
Jacques Derrida: Me voy a referir a la situación más corriente, la de la preparación de clases, o del correo. Debo confesar que en estos últimos años he pensado que, por escribir demasiado a máquina, estaba perdiendo un algo que es propio de lo escrito a mano. Y, en varias ocasiones, me propuse..., cabe, podría decir, una reeducación. Recuerdo por otra parte, hace unos diez años, una conversación, o mejor, una discusión que mantuve con Jean Genet sobre este tema. Él me decía que, en su opinión, no es posible escribir bien con máquina. Yo le había comentado que él que trabajaba tanto por renovarse, como era evidente, debería progresar también en este aspecto, pues la máquina ya no era algo totalmente extraño, que se escribía fácilmente y deprisa con ella, que debería, en cierto sentido, crearse otro cuerpo, no solamente un vínculo abstracto, técnico y mecánico, sino otro escenario, otra continuidad, otro impulso, y que no pretendía que fuese el mismo cuerpo...

¿No es el mismo cuerpo?
Jacques Derrida: No es el mismo cuerpo, pero hay un cuerpo. No es solamente un vínculo abstracto, o un instrumento que enfríe lo que la letra manuscrita guardaría vivo, caliente e intacto. Primero rechazó este argumento, un poco después pensó que tal vez yo tuviese razón, luego, a la tercera, por último, me dijo no... Es el recuerdo de una conversación que duró toda una noche. Todavía me viene a la cabeza cada vez que...


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